Las políticas de inmigración de Australia han incluido durante mucho tiempo un requisito de salud (criterios PIC4005 y 4007) para los solicitantes de visa, diseñado para gestionar los costos en el sistema de salud pública. Estos criterios de interés público a menudo pueden llevar a la denegación de visas para familias con miembros que tienen discapacidades o enfermedades que el Departamento de Inmigración considera demasiado costosas para el gobierno australiano.
Sin embargo, un reciente y emocionante cambio en este requisito está destinado a facilitar la vida de los niños nacidos en Australia de padres que no son ciudadanos. Según una nueva ley, los niños nacidos en Australia que son “residentes habituales” (que viven en el país) ya no necesitan pasar la prueba de salud para fines de inmigración.
Esta reforma trae un alivio significativo para muchas familias y garantiza que los niños que crecen en Australia puedan disfrutar de estabilidad y acceso a servicios esenciales sin enfrentar obstáculos innecesarios, independientemente de sus condiciones de salud o discapacidades.
A diferencia de otros países, un niño nacido en Australia no adquiere automáticamente la ciudadanía australiana; en su lugar, generalmente se agrega a la visa de sus padres y debe continuar el proceso de migración y encontrar visas adecuadas para poder permanecer en Australia.
Este nuevo cambio es un paso significativo para eliminar parte de la discriminación que enfrentan los migrantes con discapacidades y condiciones médicas en Australia. Aunque en esta etapa el cambio solo aplica para los niños nacidos en Australia, sigue siendo un paso positivo hacia adelante.
Si eres padre de un niño nacido en Australia y deseas saber más sobre cómo esta ley te afecta, no dudes en comunicarte para una consulta GRATUITA.
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