Entonces, finalmente tienes tu residencia permanente (PR) australiana en orden y ahora probablemente te estés preguntando, "¿Y ahora qué?" Estoy aquí para guiarte por lo que significa ser residente permanente en Australia, sin tanto tecnicismo.
Primero, tener tu PR significa que puedes quedarte en Australia el tiempo que quieras. No necesitas preocuparte por renovar o extender visas. Eres libre de disfrutar del estilo de vida australiano tanto como desees.
¡Pero espera, hay más! Con tu estatus de PR, prácticamente eres como un ciudadano honorario australiano. Puedes hacer casi todo lo que hacen los ciudadanos australianos: trabajar, estudiar, acceder a la atención médica, y todo lo bueno que viene con eso. Lo único que no puedes hacer es votar en las elecciones.
Recuerda que con tu estatus de PR, eres elegible para solicitar la ciudadanía australiana después de estar en Australia por 4 años, y haber tenido PR durante uno de esos años. Es una buena idea hacerlo, porque como PR, es posible que tu visa sea cancelada en ciertos casos (por ejemplo, si pasas tiempo en prisión).
Ahora, hablemos de viajar. Con tu estatus de PR, puedes viajar dentro y fuera de Australia por hasta cinco años. Pero aquí está el detalle: si decides irte de Australia por mucho tiempo, podrías correr el riesgo de perder tu residencia permanente. Así que es algo que debes tener en cuenta antes de planear un gran viaje al extranjero. Es importante que después de esos 5 años, si no tienes la ciudadanía, solicites una visa de retorno de residente (subclase 155) antes de viajar.
Obtener tu residencia permanente en Australia abre un mundo de oportunidades y aventuras para ti.
¡Felicidades por ser oficialmente residente permanente en Australia!
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